Cap 17: Espacios Liminales

Recuerdo estar sentado en una terraza de madera, a unos treinta pasos del rio amazonas en la jungla Peruana, estaba con una par de compañeros Ayahuasqueros, eran cerca de las cuatro PM, ese mismo día en la mañana habíamos  tenido una ceremonia de DMT buffo y la ceremonia había puesto en perspectiva lo que la muerte podia ser si no tienes sentido en tu vida, por fin había  contemplado el abismo del limbo, contemplado y sentido por infinita cantidad de tiempo humano, algo que al salir del trance, había  anulado mi capacidad bilingüe , era como si mi cerebro solo hubiera quedado con la capacidad de expresión n de un niño, todos habíamos  pasado por esta ceremonia, uno por uno, así que el estar en esa terraza contemplando el cielo y hablando sobre arcoíris , literal arcoíris - hablábamos sobre lo raro y lindos que son, hablar de algo tan visible como un arcoíris  era increíble después de salir de lo que desde ese momento llamo “Limbo” - seguido de unas risas hubo un momento de silencio en el que solo contemplábamos la inmensidad de la existencia y en esos momentos me di cuenta que lo único que quería hacer era terminar mi relación  de esos momentos, renunciar a mi trabajo y solo tener la satisfacción de haberlo hecho, en contra de mi voluntad, en contra de la voluntad de mi familia y en contra de muchas cosas, pero sabia que mi mente, cuerpo y espíritu necesitaban saber, para poder entender lo que hacer algo así implicaba, tirar todo a la mierda de verdad y dejar que la expresión de libertad me llenara, si eso era lo que iba a pasar - en esos momentos, esa terraza, se volvió un espacio liminal.

Recuerdo un día estar con mi pareja sentados en el piso de un aeropuerto  esperando que porfin nos dejaran embarcar después de tres horas de retraso, no recuerdo a donde viajaba, ni que aeropuerto  era, pero recuerdo estar intentando hablar con ella, intentando conectar, recuerdo que le mencione que acababa de leer un artículo sobre espacios liminales; de que se trataba y porque la idea me parecía  interesante, esperando que ella hiciera al menos una pregunta y continuara el dialogo en vez de solo seguir dando likes en Instagram, no paso, solo dijo “aja” y continuo en su celular, en ese momento tuve otra revelación. 
“...A esta vieja yo le importo un culo…”; en esos momentos, el piso del aeropuerto se volvió un espacio liminal.

Recuerdo estar sentado en un bus, con uno de mis mejores amigos, el bus iba completamente lleno, todos dentro del bus estaban tomando, riéndose  y siendo lo mas recocheros posible - le comento como me sentí  ya hacia un año atrás  al estar con esa nena en el aeropuerto, tenemos una conversación  bastante chevere mientras nos dirigimos al Carnaval de Santo Tomas, vestidos festivos y ya semi borrachos - como ha de esperarse si estas en Carnaval - a unos diez minutos antes de llegar al lugar, todos los carros se desvían y deben pasar por donde no hay carretera, pero el paisaje se hace mas bonito, mas arboles y animales al rededor, puedo contemplar lo chimbis que me siento de ir a este carnaval y que estoy con gente con la que quiero estar, en esos momentos contemplo donde estoy y ese bus se vuelve un espacio liminal.

Recuerdo un día  cerca de las dos AM me dirijo solitario a una playa para ver el eclipse total de luna, la ultima vez que paso fue hace 33 años, en esos momentos ya que me encuentro caminando solo y por una de las avenidas mas lindas que he visto, y como es bastante entrada la noche, puedo sacar una pipa que llevo en mi bolsillo y un poco de la mas cara Ganjah que me he conseguido, pero sabia que valdría  la pena, camino unas de tres cuadras y ahi empieza la arena blanca de la playa a la que me dirijo , me quito los zapatos y escojo el lugar donde sentarme a ver la luna y el sol haciendo el amor después  de 33 años, se nota como la luna se va sonrojando mientras el sol la toca por los latidos  y ella contenta se va desnudando y deja ver las estrellas fugases que luce como pecas cerca de ella - prendo y puedo ver como toda la playa de Miami es mía , no hay nadie cerca, no alcanzo a ver a nadie ni escuchar nada mas que las olas a mis espaldas, cuando exhalo y entrego el humo al padre de Hanuman - Vayu, Dios del viento - puedo contemplar como a esto que soy le ha tomado toda su vida poder disfrutar de la arena, la luna y el sol haciendo el amor en una de las playas mas lindas del mundo, en esos momentos la playa se convierte en un espacio liminal.

Recuerdo haber ido a una fiesta techno por mi cuenta, vestido de negro, cabello amarrado y chupa de boda, “muchacho no salgas - no me grita nadie - yo igual hago el gesto y orondo me voy”, cuando me bajo del taxi siento una sensación  un poco extraña - “yo que estoy haciendo por acá a solo, que vengo a buscar”, recuerdo pensar. Encuentro donde entrar, hay buena música  para bailar, me pido una cerveza para amenizar y acompañar un poco el LSD que ya esta en mi sistema; dos tragos de la cerveza y me voy al centro de la pista, el DJ esta sonando chimbis, y me empiezo a entonar, miro a mi izquierda y hay unos pasos de baile que me llaman la atención , se nota desinhibida, tranquila y feliz, creo que no son los pasos lo que me llaman la atención ; No cruzamos palabra en ningún  momento, luego de unas horas en la pista, camino un poco a un salon contiguo que hay en la discoteca, ahi puedo prender un poco y descansar las piernas; ella entra al salon al poco tiempo, la saludo y empezamos una conversación  bastante amena, nos damos unos picos y terminamos en mi apto; A la mañana siguiente abro los ojos y aun mi consciencia esta en otro lugar, miro a mi lado y cuando la veo empiezo a recordar; a mi mente no vienen mas que un par de estrofas de canciones de mi ídolo  Bad Bunny y como estaría  orgulloso de mi (lol), recaigo en el momento, en ese instante, mi cama se vuelve un espacio liminal.

Recuerdo estar en el aeropuerto de Bogota, esperando vuelo para Miami, es la primera vez que me dirijo a ese país y no dejo de pensar que va a ser una experiencia re loca, y lo fue (Por ahi viene el cap de esto); Cuando estoy esperando y tratando de organizar mi pasa bordo, pasaporte y dinero, veo a un amigo acercándose a la sala de espera donde yo estoy, lo saludo y empezamos a hablar y a reírnos de las “coincidencias” de la vida; luego del rato le comento que me da mucha alegría verlo y que voy a parchar con el Miami por unos días. En esos momentos ese otro aeropuerto o, se volvió un espacio liminal.

Recuerdo estar corriendo tras mi novia de ese entonces, ya había renunciado a mi trabajo y había terminado cosas con mi ex, estaba en la cima del mundo y esa expresión de libertad tenia ya varios meses siendo experimentada por esto que soy, ambos corríamos a la playa de un lugar increíble tratando de conocer el lugar - merodear, buscando donde posarnos para tomar un vino y ver el atardecer que promete incontables colores, este mar queda al final de un desierto, se llama Marcona, la ciudad no es tan bonita pero el cielo y las dunas prometen unas fotos increíbles ademas de cero contaminación visual y auditiva, podías solo ser, recuerdo verla correr por una carretera muy larga voltear y verla reír de alegría, yo estoy muy emocionado por todo lo que he podido experimentar luego de tirar todo a la mierda, me siento bendecido y afortunado, entiendo a las nenas de poca ropa de las redes, obvio que quiero compartir esto con el mundo, logramos ver todo el lugar y encontrar un pedacito de roca donde esperar el atardecer.


Me doy cuenta que me he vuelto un cazador de recuerdos, un cazador de colores, un cazador de personas bonitas y tesoros intangibles, tomo un poco de vino y en ese momento, esa piedra, se vuelve un espacio liminal.


Gracias 2022 concha e su madre, 
Gracias por tanto.

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