Cap 18: Sol, playa y en la arena.

Soy de una ciudad costera, bastante cerca al mar, pero de hecho, hasta hace un mes, después de un poco más de tres décadas de estar en la tierra, aprendí a nadar, no fui a un curso de natación, fui al mar.

Es un mar que queda pasando dos montañas y donde sabes que los gordos y/o borrachos no van, si te da para llegar allá, allá sí te puedes emborrachar lol, al lado derecho del lugar hay una montaña enorme que a eso de las 4pm da toda la sombra sobre la playa y el agua se pone muy fría, pero a eso de las 3pm, si logras nadar después de la línea de esa montaña, puedes ver casi todo el mar abierto y a esa hora, el mar se pinta de dorado con ayuda de Surya, y nadar ahí, de espaldas mientras ves el espectáculo, es de otro mundo.

Para muchas personas cercanas al mar, es mas difícil disfrutarlo, hemos escuchado muchas historias de personas ahogadas o accidentes, así que es común que las personas le tengan mucho respeto o incluso miedo al mar abierto o nadar lejos de la orilla.

“El miedo pesa” dicen los pescadores, y quiza si tengan razón en eso.

Si se tiene en cuenta que la hormona del estrés - cortisol - hace que el cuerpo segregue ciertos químicos que no son buenos para los órganos, ni músculos, ni tejido en general, uno de los efectos de estar estresado en el agua es que los músculos se tensionan lo cual hace que no fluya bien en un sistema viscoso, como el mar en este caso.

Justo para esta vez, no tengo miedo a nada, ni ha dejar de respirar, ni de desaparecer, justo a eso fui al mar, a desaparecer de la realidad a la que pertenezco, he tenido en mi mente una secuencia de imagenes que trataré de describir: 

La primera es la imagen de mi llorando frente a mi profesor de Meditación - Gupta - y una docena de aspirantes espirituales, esto pasó durante una clase, era inicios de pandemia pero aun se podían dar clases y ese curso ya estaba finalizando, para ese entonces, solia tener un estricto regimen - hacia Asanas dos veces al día y meditaba horas si tenia tiempo disponible, después de 5pm tenía todo el tiempo del mundo, solía sentarme a meditar por mucho tiempo - otra vez tenía todo un apartamento solo para mi y solo tenia el cuarto de meditación adecuado, no me importaba mucho las otras cosas, en estas sesiones meditativas, la gran mayoría del tiempo estaba desarrollando habilidades mentales, por así decirlo, comprendía como pensar, qué era pensar, porqué pensar y porqué no pensar, cuándo pensar y cuándo no, tener el control sobre mucho de mi poder mental, pero no me daba cuanta que esto estaba siendo extrapolado a una identidad específica - como Yogui - me sentia apto, conforme, confiado y gozoso, pero todo esto estaba bajo la identidad de alguien que tampoco era yo, gracias a esos mismos ejercicios, pude tener la mente liberada de “la mente liberada”. De vez en cuando, estos largos trayectos de meditación, los acompañaba por mis amigas del reino de las plantas, o con Lucy Simmons Dépree, solo para ayudar un poco - “ir más profundo” - me decía a mi mismo. 

Dos días antes de esta clase, era un día como cualquier otro, entré al cuarto de meditación sin pensarlo mucho, casi que mecánico para ese momento, mi ego estaba en control, pero era el ego de un Yogui en entrenamiento, asi que todo se hacia laboriosamente y a la hora exacta, me sente y creo que por ser viernes y porque habia hecho una pausa de 15 dias, decidi acudir a madre Ganjah, como dice Zona Ganjah: 

“Olvidar, quizá sea bueno olvidar,
y despojarte de lo que aprendiste mal

Quitar del recuerdo, lo que aleja mi ser de la paz”

Cuando abro los ojos, después de cierto tiempo, me encuentro llorando y preguntandome “porqué, porqué otra vez?”... fue cuando me di cuenta que de cierta forma había estado en una presencia que se nota hecha de ondas, solo de sonidos, bañada por luz, pero que su composición es como agua, más densa, pero más completa y como en la primera ocasión que hize algún psicodélico, simplemente prefería estar allá - disfrutando de esa presencia - y dejar que mi cuerpo se encargara de si mismo, pero esta vez no enloqueció, como en la primera ocasión, esta vez mi cuerpo se centró en respirar y dejar que las lágrimas corrieran, fue solo cuando era tiempo de volver y tomar control, que seguido, ese grito de “porqué?” salió de mi propia voz.

Todo eso fue inútil, a los dos días aun sin entender nada de lo que habia pasado, trate de explicarselo en forma de pregunta a Gupta y termine llorando sin poder explicar nada.


Así que es como si estuvieras justo debajo del agua, pudiendo ver todo pero sin forma de decirlo, describirlo y que si duras un poco más ahí, te ahogas. Esa era el tipo de experiencia que solía tener.

Esta es la segunda imagen:


Ahora por primera vez me encuentro disfrutando del mar y de qué manera, puedo fácilmente ir más lejos y profundo de lo que he ido antes, puedo hacerlo con mucha calma y permanecer dentro mucho tiempo o lo que es mucho tiempo para mí, puedo flotar de espaldas y quedarme ahí por buen tiempo también, puedo hacer muchas cosas que no pensé que podría. Ahora se siente el mundo diferente de nuevo, como si otra vez el cambio en la realidad se pudiera evidenciar en el comportamiento y tipos de pensamientos que tengo y que soy consciente de ellos.

Un día con un amigo sentados en un bote en la playa de Santa Marta, contemplando la luna y hablando de todo, yo trataba de hacer entender el punto de que si uno tiene la capacidad de vivir su vida a un nivel superior al de la base, cada experiencia se vuelve mucho más intensa, mucho más profunda, digamos que la base es que el 90% de los adultos mienten, entonces si tu no mientes? estás en el 5% de los de arriba, o en el 5% de los de abajo?


Porque te pueden decir que eres muy inocente si no mientes, como los niños, o puedes ser un prodigio, como el yesus.

Si eres de los de arriba que es solamente decisión tuya de cuál eres, entonces cualquier experiencia que tenga va a ser fuera de lo promedio, y así se siente más, se quiere más, se expande más.

O se siente menos, no quieres nada, te cierras más, es ahí donde los pensamientos suicidas vienen, estarías en un espectro de la vida que no es tan fácil de llevar, pero lo bueno es que es solo del mundo interno, lo cual, está en tu poder.

Para cuando la clase en la que me rompí a llorar ocurrio yo no tenía control de mi mundo interno, yo solo deambulaba por el infinito de la mente. Pero ahora puedo tener experiencias duraderas, donde puedo estar ahí y volver a la orilla si estoy cansado tomar aire y volver a disfrutar del mar profundo.

Y la otra imagen es el santo grial, cuando el aspirante espiritual es capaz de ver todo su entorno desde un punto más elevado y es capaz de percibir su propia cercanía con la fuente, es entonces capaz de entender porque esta teniendo ese tipo de pensamientos, ya no es controlado por ellos, es más bien una pieza más a tomar en cuenta para saber cómo esta su universo interno en cada momento, se vuelve entonces el piloto de todo lo que lo rodea, el mundo entero se vuelve su nave espacial, es él entonces, en unión con algo superior lo que lo guía, y así cuando se acerca más al fluido, a esto que también somos, se disfruta, solo vienes aquí cuando te aburres allá, solo vas allá cuando te aburres aquí, creo que para ese momento, cuando pasaba tantas horas meditando, mi vida era bastante aburrida en este plano asi que decidí explorar los sin fines de la mente y el alma, hasta que a través de Aquello mi forma externa cambio a ser interesante también. Tu vida debe ser vivida, completamente.

Ahora sé que el control está más cerca que lejos, antes no sabía que se podía tener el control, ahora me exijo lo que me hace falta por vivir y lo que mal me hace me exijo quitarlo, ahora vivo sobre lo que prefiero y no lo que me toca o lo que he logrado tener, será mal visto? será bien visto? será egoista? será tonto? será idealista? será revelador?

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